LA GUERRA DE LAS TELEVISIONES.
Mientras las televisiones de los grandes medios nos distraen con su guerra inducida, hecha a su medida, salpimentada con efectos de videojuegos, maniobras militares de otras épocas, explosiones diversas y testimonios, sobre todo testimonios de gente a la que han atemorizado con sirenas y alarmas, imágenes truculentas y demás despliegue mediático,
fíjense lo que está ocurriendo y lo que se está preparando, en nuestro país, sin buscar allende nuestras fronteras, pero es la tónica general de todos los países del próspero occidente:
– PROYECTO DE REAL DECRETO VIGILANCIA EN SALUD PÚBLICA.
– REFORMA DE LA LEY ORGÁNICA 4/2015, DE 30 de marzo (LEY SEGURIDAD CIUDANA), vamos la llamada ley mordaza, a la que se le quiere dar otra vuelta de tuerca nada suave.
– Ceder la soberanía de los países, en materia de salud a la OMS, esa organización opaca, a la que nadie ha votado.
Las dos primeras son más que preocupantes, pero la última es especialmente grave. Lo argumentamos:
Nuestra Constitución que, aunque maltratada y pisoteada, aún sigue formalmente en pie, establece: La soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado. (Título Preliminar, artículo 1.2)
No lo dice al final ni en el medio; lo dice al principio, cómo lo segundo más importante, pues lo primero, lo enuncia en el punto 1 del mismo artículo: España se constituye en un estado social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico, la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Nada de lo que propugna el primero y más importante de los 169 artículos, se está respetando. Ni siquiera el pluralismo político, pues las ideologías, a nivel de partidos, no de muchas gentes, han quedado carentes de contenido; son meras etiquetas.
Pues bien, la soberanía nacional, como pueblo, se la hemos cedido a nuestros gobernantes para que hagan buen uso de ella. No para que trafiquen con ella; no para que la vendan a la OMS, organización que ha perdido toda credibilidad. Debería desintegrarse.
Naturalmente, lo que decimos, puede ser puesto en duda; en eso consiste el pensamiento crítico.
Aunque claro, si no quieren tomarse la molestia de pensar, ni de someter cuestiones a análisis, sigan viendo la televisión; estarán uniformemente informados.
ACRARACIÓN: NO PRETENDEMOS DECIR QUE LAS TROPAS RUSAS NO HAYAN ENTRADO EN UCRANIA, NI EN SU CAPITAL, KIEV, NI QUE ESTO NOS PAREZCA BIEN, NO. ESTO PRETENDE SER UN APUNTE DE LAS INTENCIONES SUBYACENTES, DE SER UN CONTINUO CON LOS DOS AÑOS DE LA LLAMADA PANDEMIA Y DE LA MANIPULACIÓN DE LAS TELEVISIONES BUSCANDO SU FIN SUPREMO; EL MIEDO, MÁS AÚN; EL TERROR.
El Morocho del Abasto
Adjuntamos enlace a un video esclarecedor de las tácticas televisivas.
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