Escribir desde el agro, en plan amanuense, es refrescante. Claro, prescindiendo, por personal elección, de allí traer herramientas tecnológicas, impide que mi crónica llegue a tiempo. ¡Qué más da! No hubiera persuadido a más de varios centenares de votantes, que, quizás se hubieran promocionado a NO VOTANTES.
NADA QUE VER CONMIGO.
Estos individuos, estas señorías, señoras y señores, nada tienen que ver conmigo, ni con ustedes, si lo piensan bien. No elegimos nada, ni siquiera a ellos, pues los primeros de la lista en los partidos grandes, siempre salen. El resto de la lista, los eligen ellos; los primeros de la lista. Como mucho, podemos influir, con nuestro humilde voto, el que lo deposite, si van a beneficiarse del premio de la inmunidad, más mantenidos de una lista, que no hemos elegido que, de otra, que tampoco hemos elegido.
Ellos, en eso no traicionan a la Constitución, eligen sus presupuestos, fijan sus salarios, sus prebendas, sus primas, sus dietas, sus sobresueldos y un larguísimo etcétera que sería luengo enumerar.
Ellos, la nueva nobleza, más allá de pequeñas rencillas de puesta en escena, que si la izquierda, que si la extrema derecha, que si la derecha extrema, hacen frente y causa común en conculcarnos libertades y Derechos Fundamentales, como todos los del arco parlamentario hacen e hicieron. Así, todos apoyaron y jalearon los confinamientos ilegales, las sucesivas prórrogas de los estados de alarma inconstitucionales, no porque lo señales este escribidor, mas porque así lo declaró el Tribunal Constitucional de entonces. Los estados de alarma, los confinamientos, la conculcación de los Derechos Fundamentales, fueron INCONSTITUCIONALES.
Sin embargo, nosotros, la ciudadanía, si tal cosa existe, almas cándidas, se lo hemos consentido, no les hemos exigido responsabilidades y en el peor de los casos, la mayoría, ni nos hemos enterado.
El Gorrión Supremo de la Moncloa, bajo el sobrenombre de Pedro el Carcelero fue el responsable primero de tales vejaciones, pero todo el arco parlamentario, la nueva nobleza, casi todos, corearon y apoyaron la ignominia, la tiranía, la privación de esos derechos, llamados Fundamentales, la traición a la Constitución, a la que todos juraron o prometieron acatar y defender.
Casi lo peor que nos puede acaecer a los gobernados; es que alguno de los miembros de esa nueva nobleza intocable, cometa una felonía de pública y notoria trascendencia. No por la felonía en sí, mas porque, ipso facto, se crea una comisión de investigación que nombra un presidente, 4.000 euros de suplemento; uno o dos vicepresidentes, 3.000 euros, cada uno de suplemento; “n” vocales a raíz de 2.000 euros, cada uno de comisión. No queremos Comisiones de Investigación que nos cuestan decenas de miles de euros de comisión.
En esto, hemos de romper una lanza a favor de lo que un día fue VOX, partido, siempre vilipendiado e insultado al que también siempre se le sustituyen sus siglas por el eufemismo de La Extrema Derecha, pues fueron los únicos que presentaron querella de inconstitucionalidad contra los ilegales estados de alarma y confinamiento, Vaya nuestro reconocimiento al empuje de una entonces arrebatadora Macarena Olona, antes de que se trastornara.
Hubiéramos dado nuestro voto de confianza a esta formación con nombre de diccionario de no haber amparado y no desautorizado al doctor “Estigma”, Juan Luis Steegmann, el entusiasta de las inoculaciones génicas experimentales.
No, ni el felón y mentiroso Gorrión Supremo que no siente pudor en lucir en la solapa la insignia multicolor de la Agenda Siniestra, ni el Inoculador y Liberticida Galaico, acabado en óo, ni a la que viaja en tren vomitando mensajes con vocecita pija a lo Tamara F, ni con gran pesar al líder barbudo por no reconocer públicamente los daños producidas por las inoculaciones génicas experimentales ni proponer su investigación.
No, ninguno de ustedes, tiene nada que ver conmigo, ni con la mayoría de la gente,
Por todo lo anterior, esta vez no, no vamos a ser cómplices en la elección de nuestros carceleros.
Sería contradictorio acudir a votarlos. En cualquier caso, carceleros tendremos, pues otros los votarán. Por ello, no con mi voto, no con nuestro voto; NO. No podemos otorgarlo.
Manuel de Français