SOBRE EL DÍA DE LA HISPANIDAD
El día de la Virgen del Pilar se celebra el 12 de octubre de cada año. Es una fecha muy sentida para los aragoneses en general. Es el santo de todas las Pilar, nombre femenino aragonés donde los haya. Pilar es nombre de hija, de madre, de abuela.
Cuando niño, después adolescente, el que suscribe se sorprendía con las matinées televisivas de la fecha repletas de desfiles, actos protocolarios, recepciones, besamanos, etcétera. Celebración del día de la Hispanidad, —anunciaba el locutor de turno. Ah, bueno —replicaba el niño que fue este escribidor— para mí es el día del Pilar.
Esto ha seguido así durante años, sin mayor trascendencia para el escribidor. Pero este año, 2018 ha reunido una casuística un tanto especial, sumada al hecho de ser el primer año como usuario de Facebook. Sí lo han adivinado: del que esto suscribe. No revelamos nada exponiendo que en este foro cada cual esgrime sus razones legítimas, sentidas o inventadas; propias o ajenas, bienintencionadas o malintencionadas, que pueden hacer el mismo daño; deslizadas suave y sutilmente o arrojadas cual pedradas. Luego están los que se adhieren, los que se indignan, los que contraatacan, o la mayoría, que a lo que más o menos les suena bien, conceden el cromo de una mano cerrada con un pulgar rampante, el comodín para salir del paso: “me gusta”.
El 12 de octubre es el Día Nacional de España, también conocido como Día de la Hispanidad, regulado por la Ley 18/1987 como Fiesta Nacional. Se conmemora el día en que la primera expedición de Colón pisó suelo americano en 1492, sin tener conciencia de lo que había hecho. Aún sin él darse cuenta, significó la conexión entre el mundo conocido hasta entonces y el nuevo mundo. Y desde 2014, también se conmemora el Día de la lengua española, después de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) así lo estableciera como un elemento más de unión y consolidación del mundo hispánico. Esta trinidad: fiesta religiosa, fiesta onomástica y fiesta cívica que evoca, probablemente, el mayor logro de la civilización humana, parece ser que a muchos molesta, hasta tal punto que no se conforman con manifestar su rechazo, además hacen proselitismo, tratando de devaluar la gesta, pues es en el concepto de hispanidad, donde lo español alcanza su máxima dignidad.
Los más ilustrados de estos opositores despistados contraponen la idea de la resistencia indígena. ¡Como si fueran cuestiones incompatibles! Miren, el pueblo español del cual ustedes se autoexcluyen, aun asumiendo su pasado no es responsable, proyectado en las generaciones actuales, de lo que hicieron sus antepasados. Es por ello que enjuiciar acciones del pasado muy lejano con las sensibilidades actuales es demagogia, manipulación y por parte de gente que tiene gran predicamento sobre otros, algunos profesores, es temeridad, pues quienes les escuchan o leen pueden creérselo.
Resulta lamentable querer resucitar y alimentar la famosa Leyenda Negra, que en su origen pregonaron los enemigos de España, de una crueldad muy superior a la atribuida a aquellos desharrapados que se enrolaron en las expediciones americana. ¿Qué persiguen los que hoy la rescatan y alimentan?
Las gentes, los Estados, la Monarquías, los Ejércitos de la época, no eran precisamente hermanitas de la caridad. De ningún país. Hagamos un ejercicio, diremos que intelectual. Consideremos las naciones de la época que pudieron haber hecho frente al descubrimiento, conquista y posterior colonización de América. Primero, los más navegantes de la época, Portugal. Quizás Francia, Holanda e Inglaterra. Descartemos Portugal, pues por el Tratado de Tordesillas, en su reparto del mundo le correspondieron otras latitudes por las que navegar.
El escribidor reconoce su desconocimiento sobre el poder naval de Francia, pero como es un ejercicio de índole intelectual la incluimos en la terna de consumados navegantes junto con los holandeses e ingleses. Así pues, si los conquistadores hubieran sido franceses, ingleses u holandeses, lo más inmediato es deducir que ahora todos los pueblos hermanos de lengua hablarían: francés, inglés o por increíble que parezca, quizás holandés. Pero aquí no acaba el experimento. Si hubieran sido los franceses, muy probablemente, todos esos pueblos soberanos, que se liberaron del yugo español, para caer en el de sus mandatarios locales, muy probablemente, repetimos, seguirían siendo colonias francesas. ¡La France no se resigna a perder su grandeur!
Sin embargo, si hubieran sido los ingleses o los holandeses, muy probablemente, no quedarían indígenas para celebrar el 12 de octubre como el día de la Resistencia Indígena.
No estamos en posesión de la verdad, ni queremos elevar esta exposición a dogma. Es nuestra aportación al debate.
Sin acritud
El Morocho del Abasto.