EL ENAMORADO DE NOTRE DAME.
Fotonovela en 14 Actos.
El hombre llegó a Paris, de la lejana España, en metro, como se ha de llegar.
A partir de ahí, su discurrir estuvo lleno de trampas en el camino..
Las salvo, más o menos y mientras vagabundeaba, desde la Rive Droite, la vió.
Cruzó el Sena para verla por detrás. El ábside con sus arbotantes le fascinó y sedujo.
Su corazón quedó presto para el amor. Entre todas, eligió la dama y la siguió.
Hasta el interior del templo. Mas viendo su recogimiento, salió.
Afuera, el cielo enrojecía. La esperó.
Se hizo de noche.
Mientras, París no se detenía. Nunca lo hace. Es su vocación.
Se asomó al Sena, cloaca común que todo lo fagocita. Tuvo la tentación, pero se quería demasiado para dar el paso.
Volvió al principio; no en vano es el kilómetro cero. La muchedumbre, cual masa oscura contrastaba con la iluminación exterior del templo.
Pero de pronto la luz brotó de su interior y la derramó sobre los congregados
El hombre abandonó la foule. Volvió a rodear el templo, buscando su ábside amado. Quedó solo; con sus pensamientos. Con la que no volvió. Con la inmanente, con la inmarcesible…
De pronto el cielo se incendió. El resto es historia reciente.
Manuel de Français
Muchas tonterías se han escrito y dicho respecto al incendio de Notre Dame. Lo que sí sé es que se ha quemado, en mayor o menor medida, algo nuestro. Porque todo el que ha visto o visitado a Notre Dame pertenece ya para siempre a Notre Dame. Y reconstruir Notre Dame es restañar nuestras propias heridas. Y eso es justo. Y lícito. El resto, memeces.
Merci