Javier Krahe
Viernes 8 de Junio de 2012 en Valencia. Teatro Olympia 23.00h. A efectos prácticos y por una razón que me pasó desapercibida ésta fue la hora a la que abrieron las puertas. Hubo por consiguiente ocasión de examinar al público que se agolpaba con dulce impaciencia. ¿Educación, globalización? Los “bohemios” allí reunidos no nos diferenciábamos del púbico que acudiera a un concierto de Serrat o de Paco Ibáñez, pongo por caso. La mayoría por encima de los cuarenta aunque alguna excepción de rabiosa juventud.
A las 23,20 oscuridad en la Sala pero curiosamente una luz blanca sobre el escenario hasta el final del concierto. Bien para los roba-imágenes!. Salen los músicos (dos cuerdas y un viento) cada uno con su vaso y sin solución de continuidad el patriarca con botellitas de agua. Aplauso que se alarga como tras una obra clásica. Krahe agradece, apuntando que adjudica el sobre-aplauso más que al cantante al hereje.
Suenan los acordes de En la costa Suiza. La voz suena fuerte por efecto de la megafonía pero como en garganta es débil se percibe un tanto distorsionada; quién desconoce la letra debe tener alguna dificultad en seguirla. Pero cuando llega a los vertidos de cobre…que ponen perdidito el mar, uno llega a perdonar las carencias y se deja arrastrar por la sempiterna genialidad de las letras. Las músicas arropan perfectamente y en ocasiones con una megafonía mejor hubieran sido hasta sublimes.
Entre canción y canción los consabidos pero siempre sorprendentes chascarrillos. Me gustas Democracia porque estás como ausente, claro Neruda no dice nada había advertido, La criptonita, será cosa de la edad, Mariví, canción todavía no grabada así que no os apresuréis a comprarla, había recomendado, o fue Maribel, pero sea como fuere, ¿os acordáis de mi?, continúa la letra de la canción.
A menudo habla de su mujer a la que incluye en sus letras, sus novias de las canciones dice son imaginarias, el güisqui ha sido sustituido por botellitas de agua, en vaso largo eso sí. Esteta hasta el final. El crapulismo decae conforme incrementa la edad y muy a pesar suyo digo yo adquiere el aura de anciano venerable.
Le siguen Vecindario donde ni él ni su vecino consiguen mitigar de su esposa el furor uterino,……….Avelino, así se llama el vecino, Un dos de Mayo particular donde cuando esa fecha llega expulsa a su esposa francesa y francófona pues quiere en su mesa Zarzuelas y garbanzos, chúpate esa…
Antes haciendo un guiño a los antiguos griegos había cantado Conócete a ti mismo, ¿pero en que circunstancia?/ al borde de un abismo?/o de turismo en Francia?/en una cita a ciegas/o en una cata de vinos/anda que no hay bodegas…Siguiendo con los griegos en otro momento nos da lo que yo llamaría La Odisea según Krahe que en verdad se llama Como Ulises.
Siguiendo con las consecuencias post-copula un reencuentro amoroso está a punto de hundir la civilización Eros y la civilización:
..Igual vas y me follas/ como prefiero/ Y me sacas ampollas/ Y algún te quiero/ Y sale uno del bar/ Con su elixir/ que tiene que soltar/ para aplaudir/ Y le siguen los pasos/ los de otros bares/ se rompen muchos vasos/ cientos, millares/ Se llena de cristales/ toda la calle/ Se cortan los chavales/ Se inunda el valle/ Se inunda la nación/ el porvenir/ la civilización/ el buen vivir………………
Un repertorio renovado a lo largo de los años que no ha tenido apenas repercusión sobre los medios; atrás quedaron aquellas jocosas Un burdo rumor, Villatripas de Arriba, Un Santo varón o la versión de l’Orage, La Tormenta de Brassens.
A los que lo conocimos en su día, bien vale cada diez años un concierto-recordatorio, a los que no, la ocasión de conocer un individuo absolutamente original, que no se parece a nadie si acaso de lejos a Georges Brassens que no les dejará indiferentes. Pero no se duerman en los laureles, el individuo es casi septuagenario.
Manuel de Français