NO SOY MONÁRQUICO; SOY JUANCARLISTA

SANTIAGO-CARRILLO-WEB            NO SOY MONÁRQUICO; SOY JUANCARLISTA.

 

            Durante no poco tiempo he mantenido, en petit comité, naturalmente: soy monárquico. Hay cosas que no se pueden decir en la plaza pública. Se pueden, pero se fijan en uno. Y el que les escribe pasa por hombre discreto. Tampoco lo decía a modo de tarjeta de visita, no. Mas bien, cuando salía el tema de la monarquía a colación, que era casi nunca. Pocos de mis íntimos, menos aún de los conocidos me lo habrán oído decir.

            Pero bueno, todo evoluciona, con frecuencia incluso para mal. Viendo el entorno, los entornos; la situación, las situaciones, ya no mantengo vivo ese sentimiento; se me ha diluido. Sí, la fascinación, el glamour de la monarquía se me ha desvanecido.

 JUAN-CARLOS-I-WEB           Ahora, me ha venido a las mientes la confesión de Santiago Carrillo a un periodista: Yo no soy monárquico; soy Juancarlista. Pues eso, la hago mía; puede que me haga Juancarlista.

            Pero ¿cómo es eso? —me preguntarán— con lo que ha hecho.

            Y ¿qué ha hecho? —pregunto a mi vez.

            Es decisión mía decidir en qué punto de la línea del tiempo detenerme. Verán, cuando los medios de información masiva, tenían visos de eso, de ser medios de información, nos creíamos, a grandes rasgos, lo que dichos medios transmitían.

            Desde hace unos años, y en concreto, estos últimos dos años y medio de miedo aventado por los medios de manipulación masiva, en que se nos ha engañado consciente, premeditadamente y siguiendo un plan diseñado por sus amos, cuyo mayor logro ha sido la P L A N D E M I A, en la que se ha engañado mucho y de forma criminal, concluyo que han perdido toda credibilidad. Sin cerrar la Plandemia, sin debate científico alguno, sin investigar lo que contenían las inoculaciones recomendadas y promocionadas por ellos, los medios de manipulación masiva; sin dar marcha atrás, sin pedir disculpas por tanto dolor causado, siguen sembrando el miedo con una guerra inducida; la de Estados Unidos contra Rusia a través de un país interpuesto, o la de Rusia contra Estados Unidos a través del mismo país interpuesto, que tanto monta, monta tanto, para justificar las subidas brutales de precio; justificación para posibles y futuras restricciones… Difundir la idea del cambio climático que a fuerza de repetición y de incendios y sequías provocadas…

            El gran ventilador del miedo, eso son los medios de manipulación masiva.

            Lo que se le adjudica al rey emérito don Juan Carlos I, difundido por dichos medios, podrá ser cierto o no.

            Mas permítanme que les diga que a quien tanto ha mentido y engañado, ¿por qué en esto habría que creerlos? No hermana Televisión, no hermana radio, no hermana Gacetilla; yo no te creo.

            Por lo tanto y parafraseando a don Santiago Carrillo: ya no soy monárquico, en todo caso Juancarlista.

 

            El Morocho del Abasto.

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