ESTÁN ANCLADOS DOS VASOS

ESTÁN ANCLADOS DOS VASOS.

            Tengo ante mí un vaso grande de agua. No sé lo que habrán deducido, pero en ese vaso grande para agua, tan sólo tengo dos dedos de dicho elemento. Luego, lo que prometía ser abundancia, en verdad es tener poca agua. Cabe él, junto a él diremos para que todo el mundo lo entienda, tengo un vasito minúsculo de whisky. Está medio lleno. El titular podría ser: tengo medio vaso de whisky, lo cual es literal, pero la cantidad absoluta es menor que la poca de agua.

            Una conclusión inmediata, sería que me espera una velada de mucha sed. Pero veamos, mis necesidades de whisky son menores que las de agua. Ahora bien, el volumen de agua, aún siendo mayor, es escasa, apenas calma la sed. La otra, la chica, es totalmente superflua, desde el punto de vista de lo que se considera necesario para el consumo humano. Sin embargo, lo superfluo, lo que no es vital para el cuerpo humano hinche los sentidos. Ya lo decían en las películas del Far West, agua de fuego.

            La Fontaine, con este enunciado, podría, a buen seguro, construir una fábula, dando un final edificante. Que sí más vale vaso chico, medio lleno que grande casi vacío. No va por ahí mi cuento, ni hay enseñanza ni moralina.

            El vasito de whisky, agua de fuego, que henchía mis sentidos, lo fui paladeando a pequeños sorbos. No queda nada; se ha secado. Me queda el vaso grande, que, apenas consigue calmar la sed.

            Manuel de Français

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


*