LAS PETICIONES DEL CARICATO

                                LAS PETICIONES DEL CARICATO.

 ZELENSKI-AVIONES-WEB           En esta guerra, tan extraña, en la que se puede llegar a la capital, llamada Kiev, en avión, en coche, a pie… En esta guerra tan inusual en el que niños y familias van de acogida a Europa y regresan cuando quieren… En esta guerra de sirenas y miedos mediáticos, el presidente de aquel país, que viaja y da bolos presenciales y telemáticos en Europa y EEUU, en África pinchó, porque en aquellas latitudes el personaje les importa una higa… En esta guerra tan controlada, el caricato Volo Zelenski llega, hace unos días a Paris donde se codea, claro él es un gran héroe, con el dictador Emmanuel Macron y con el canciller alemán, Olaf Sholz, para pedir ayuda.

            ¿Para paliar las necesidades de su pueblo? —se preguntará algún incauto. ¡No! Para pedir aviones y armamento pesado para que sus jovencitos, metidos a soldados a la fuerza, encuentren la muerte como héroes, intentando cazar algún oso ruso.

            Este es el personaje que suscita admiración a nuestros líderes del caduco occidente en la caduca Europa a petición de Estados Unidos representados por el viejecito Biden, Joe para los amigos.

            Todo en nombre de la paz y para paliar el cambio climático, deducimos.

 

            El Morocho del Abasto

Soy Varón

    SOY VARÓN           

 

PUERTAS-AL-CAMPO-WEB

 

            Soy varón, por tanto 

no mujer.

 Mayor de 50, menor de 65.
Por tanto ni joven, ni viejo

            No soy homosexual
ni asociado a los /las /les
usurpadores del Arco Iris.

            No soy minoría racial,
zurdo ni vegetariano.
No soy persona con capacidades diferentes
manifiestas ni reconocidas,
covidiano, ni apóstol del
pretendido Cambio climático.

            Tampoco corifeo del
caricato ucraniano
ni del primo Joe
que en su Casa Blanca esté.

            No lanzo dardos
contra el Oso Ruso
ni mi enfoque es de género
mas bien de presbicia.

            Desafecto de la paridad
mas amante de la disparidad
de opiniones.

            El pensamiento único
me atemoriza más que el virus
pues el primero es signo de muerte
y el segundo, de vida.

            El latinajo tan en boga
“versus” frente a, contra,
libertad versus salud
me horripila, pues los versos
me gustan en la boca.
Y sólo desde la libertad,
se puede alcanzar la salud,
pues en el fondo, son la misma cosa.

            Con éste posicionamiento,
como verán, en esta sociedad,
no tengo derecho ni al pan, ni a la sal
ni a cosa alguna…

            Mas los tengo todos,
pues me son dados
por el simple hecho de nacer.

            Del Virrey de la Taifa,
del Inquilino de la Moncloa y
de todo su cabildo,
de los organillos de las Naciones desunidas
y de todas las Instituciones,
no puedo albergar defensa alguna
antes al contrario; Privación
de todo lo que por Ley Natural
me corresponde, nos corresponde.

 

            El Morocho del Abasto

SOMOS VIRUS Y BACTERIAS, ENTRE OTRAS COSAS

            SOMOS VIRUS Y BACTERIAS, ENTRE OTRAS COSAS.

            Si un observador extraterrestre, de esos que suponemos super avanzodos y que nos observan continuamente, o mejor aún un grupo de “expertos”, je, je, extraterrestres, observaran, como hemos dicho, que cuando hay un incendio en nuestro pobre planeta, afecto, según moda, de cambio climático… Siempre en esas circunstancias, verían unos vehículos rojos, de los cuales, indefectiblemente saldrían unos individuos con uniforme, casco y empuñando mangueras; es muy probable, ya que los “expertos” serán parecidos en todas latitudes, legarían a la conclusión, de que esos individuos que salen de los coches rojos son los causantes de los incendios.

            Así, nuestros “expertos” terrícolas, cuando hay enfermedad, analizan con sus potentes microscopios y detectan virus en gran copia. Son los culpables, exclaman; a por ellos, al ataquer… Los virus no son la causa; son la consecuencia. Acuden para ayudar. Virus y bacterias, están en el origen de la vida, de nuestra vida; son la vida misma; el material del que está construido nuestro genoma.

            Cuando vamos a exterminarlos con la artillería pesada de las farmacéuticas, algo nuestro se muere tal vez. ¡No luches contra ti mismo!

 

 Es Morocho del Abasto

21-SOMOS-VIRUS-Y-BACTERIAS-web

ZAZ ET LE CANADA

              ZAZ ET LE CANADA.´

           

    ZAZ-CANADA-WEB        Todos los países “democráticos”, ay que risa, basan y fundamentan sus Constituciones en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 10 de diciembre de 1948.

            Todo su articulado, a diferencia de la mayoría de las Constituciones que en éste se basan, es muy claro, rotundo y fácil de entender. Los voceros, apóstoles de la libertad de los países “democráticos” especialmente de occidente, entiéndase: Europa y Norteamérica, señalan al resto de países, con un dedo acusador, escupiendo el sambenito de que en esos regímenes absolutos se violan constantemente los derechos humanos.

            Ello, al menos este escribidor, no puede refrendarlo, pues le pilla un tanto lejos; además, sigue la máxima comprobada de que todo lo que se airea desde los medios de manipulación masiva, es susceptible de ser engañoso. Pero, como morador de uno de esos países súper civilizados y súper democráticos, constata, que, en el civilizado occidente, se violan constantemente los derechos humanos. Y que sus gobernantes no son importunados por ello, pues los únicos que tienen potestad para hacerlo, ponzoñosa democracia, son sus iguales; sus señorías de todos los parlamentos. En eso, todos están de acuerdo: obedecer a sus amos, defender sus intereses y extorsionar al pueblo, al que juraron proteger.

            De entre el citado articulado de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, resulta especialmente interesante, para el caso que nos ocupa el siguiente:

            Artículo 13

1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

            El señor Justin Trudeau, con la complicidad, deducimos, de toda su camarilla, se constituye en uno de los mayores liberticidas, de entre la gran copia de ellos que hay, en este “impecable” occidente.

            Isabelle Geffroy, conocida artísticamente como ZAZ, no puede, no la dejan actuar ante sus seguidores canadienses, este septiembre, por la simple razón de que no la dejan entrar. Y no la dejan entrar por la razón de la sinrazón de que, en el ejercicio de su libertad, de su autonomía y de su libre albedrío decidió no inocularse un medicamento génico en fase experimental.

            Ante este hecho flagrante de violación de derechos humanos, naturalmente no esperamos que:

            -Emmanuel Macron pida explicaciones a su homónimo canadiense por vulnerar los derechos de una compatriota suya, como sí hizo el presidente serbio ante el liberticida, primer ministro de Australia, por la negativa vergonzosa de no permitir jugar a Novak Djokovic. Por cierto, la reacción de nuestro niño mimado del tenis…

            -Sus colegas artistas emitan un comunicado de repulsa ante esa negativa. Estos podrían hacerlo, aunque fuera por egoísmo, pues quizás algún día los quieran contratar en Canadá y el paso a ese país, hoy por hoy, es como el suero de la verdad.

            No es objeto de este escrito reivindicar unos derechos a los personajes célebres, aquí relacionados; derechos que se niegan también a la gente anónima. No. Los astros del deporte y de la canción tienen un poder mediático que no tenemos, parafraseando a Espronceda, los simples pastores de ganado. Así, el gobernante tirano se obceca, pues siendo estúpidamente rígido con ellos, espera amedrentar a los simples pastores de ganado. Si esto hemos hecho con el “millonetis” Djokovic, ¿qué no haremos con vosotros? Claro, esto tiene su reacción, los simples pastores de ganado, vemos en ellos, en estos pocos, un ejemplo de coherencia. Un modelo; un referente.

            Por lo pronto, el tirano de Australia ha tenido que recular; no los visitaba ni el tato.

            Mientras tanto, el flemático y elegante reciente rey Carlos III de Inglaterra, ha hecho números, al más puro estilo Bill Gates y le sobra población en el mundo. Pues venga, a seguir promocionando las inoculaciones.

            El Morocho del Abasto

ANALÍA BUETI, QUE 20 AÑOS NO ES NADA

 NOS                   ANALÍA BUETI, QUE 20 AÑOS NO ES NADA

 

            Entre los hábitos europeizantes que nos han invadido y continúan, el de programar los espectáculos para las 20,30h, produce una sensación extraña, con matices, todavía, encontrados. Para el noctámbulo, paradójicamente, estimamos que sirve a sus intereses, pues tras la función se puede ir a cenar tranquila y extensamente y continuar con copichuelas varias o electrizantes bailoteos en las discotecas de moda, si tales locales todavía existen. Antaño, si se quedaba, previamente para cenar, había que hacerlo raudo y veloz, lo cual no predisponía para disfrutarlo adecuadamente. En cualquier caso, la moda actual produce, en verano, el efecto insólito de entrar con el sol en el teatro. En esta ocasión, 12 de septiembre, aunque técnicamente, todavía en estación veraniega, ya anochecía. La anochecida es compañía más adecuada, que el sol me perdone, para el teatro.

            Gusto de llegar con cierta antelación, para ver cómo se van llenando las plateas, la ocupación de los palcos, el tipo de público que asiste, acaso saludar a algún conocido. Así se lo hice observar a mi “acompañantesa”, perdón por el vocablo inventado, pero acompañante, deja indefinido si es varón o hembra, y otros del estilo: pareja, esposa, amiga, hija, amante, definen en exceso.

            Hasta la fila once do nos hallábamos, casi todas las butacas se llenaron; a partir de nos, el aforo resultó más esponjado. No hubo lleno total, era lunes, pero sí una buena entrada. El público, en su mayoría, no era juvenil sobre el carnet de identidad, mas sí sobre el espíritu, abierto a la sorpresa, pues esa avidez de sorpresa es lo que define al espíritu juvenil. Aunque el tango es macho, se cantaba en los de la vieja guardia, o precisamente por eso las damasestaban en ligera mayoría

     LOS-MUSICOS       Tras este extenso preámbulo, que podría haberme evitado, narraré que se apagaron las luces y se alzó el telón con apenas cinco minutos de retraso. Una ilusión visual mediante proyección sobre pantalla nos intentaba adentrar en la ciudad de Buenos Aires con lo más conocido; el Obelisco como seña, curiosamente teñido de rosa y lo desconocido, aunque mítico; el callejón. Los bailarines, de los que nos ocuparemos luego, se constituyeron en figurantes que transitaban por las calles de la proyección. Se fueron tras esta ilusión y del negro absoluto que sobrevino, se destacó el negro pardo de los músicos y algún detalle o refulgir de madera, cuero y marfil de sus instrumentos. Tres músicos, tres instrumentos, básicos, hoy en día, en el tango. El piano, que no lo fue desde sus orígenes, más bien una aportación burguesa posterior en las orquestas estables en un local; un violín, sin el que no se concibe el tango y el alma mater, quizás la esencia misma del tango; el bandoneón.

    LA-DIVA        No sé por qué ley no escrita, la aparición temprana de los músicos no suele acompañarse del aplauso del respetable y así fue, mas aquellos, que habían venido a tocar, así lo hicieron y se arrancaron con una pieza instrumental, tras la cual sí que se aplaudió. Mas, a continuación, fue casi emergiendo, lentamente de un lateral de la escena, el derecho, Analía Bueti, voz e ideóloga del espectáculo, recibiendo, ésta sí, el aplauso preliminar y se arrancó, ella a su vez, con La Canción de Buenos Aires, tango de 1933, mientras dos parejas de danzantes, bailarines virtuosos, ataviados exquisitamente al estilo de la época, recreaban y profundizaban en lo que la letra describía.

            La magia había comenzado y con ella el relato que músicas, letras cantadas y bailes iban pintando. El público hacía su aportación, no todos, algunos; no sé si muchos o pocos, pero cada uno lo integraba en sus vivencias y para cada cual resonaba de una manera. La historia ya no le pertenecía a la Bueti, ni a Manzi, ni a Discepolín. El bandoneón rasgaba para mí, sólo para mí; esa es la magia; la obra se escapa del artista y le pertenece al que escucha, al que siente; al que vibra con ella.

 DEBORA-GUEVARA           No se eligió lo más típico ni tópico del repertorio tanguero, aunque sí el inmortal Volver de Gardel y Le Pera, no en vano uno de sus versos daba título al espectáculo y también el muy conocido Malena de Homero Manzi. Es bueno no limitarse a lo que todo el mundo conoce, pues así, el público poco iniciado va adquiriendo culturilla tanguera; el fondo de armario se va nutriendo.

            A este escribidor, le emocionó especialmente que se eligieran algunos tangos de los que al igual que a las tonadilleras españolas, sin ser autoras, algunas coplas se las considera propias, pues unas fueron escritas para ellas; otras se las apropiaron, porque la canción quiso irse con ellas, así fue emocionante que Analía interpretara los tangos del Polaco Goyeneche. No fue él su autor, pero los hizo suyos; los reescribía con su interpretación. También Analía los hizo suyos, muy al estilo de Goyeneche, pero con voz propia y con su alegría, pues veinte años en Valencia, tiñen de color la gama inicial del gris que se le adjudica al tango. La Última Curda y el extravagante tango, Balada para un Loco, ambos del dúo Piazzola / Horacio Ferrer. El primero lo cantó en un intimísimo con el virtuoso bandoneonista, Luis Caruana. El segundo, absolutamente estrafalario y hasta delicioso con los tres músicos.  Es de justicia mentar a los que aún no han sido presentados: Mariano Sicardi al piano, y Emiliano Pérez al violín. También Gardel cantaba con una alegría, un poco traviesa, que aliviaba la pena de la letra. Esto último es apreciación de un servidor; no lo tomen por dogma.

     ELEONORA-HEIM       Añadiremos, por si no se trasluce, que no se trata de un recital al uso; es un espectáculo cuya estrella principal es el tango, con alguna milonga, algo de folclore, mucho de vestuario y muy acertado; el attrezzo a la altura de las mejores producciones de la BBC y mucho baile. Delicioso baile; maravillosos danzarines. Dos parejas como se ha dicho: Débora Godoy danzando por arriba y por abajo, junto a Carlos Guevara; el maravilloso bajito Guevara y Eleonora Rosaminer, alta y estilizada, deslizándose entre el vigoroso y fornido Adrián Aníbal Heim.

            Todo fue un fluir: Cantadas historias de amor y desamor con danzarines arropando; cantadas historias sin danzarines para que éstos pudieran cambiar su atuendo. Piezas descarnadamente musicales para que todos pudieran mudarse…

            Tan solo los músicos, ese sufrido colectivo no abandonó la escena salvo en una pieza para mayor gloria del bandoneonista. Tan solo los músicos son capaces de soportar una gira con un solo traje y acaso otro de repuesto.            

            Verán, para este españolito que les habla, aficionado a las canciones desde esa etapa orillera entre la infancia y adolescencia, el primer cantante del que supo de su argentinidad fue Jairo. De entre su extenso repertorio, una canción muy querida, sonó linda, muy linda en la voz de la Bueti, la Milonga del Trovador, esa que le compusieran Piazzola y Ferrer. Imaginen la emoción oír cantar lo que sigue: Mi casa es donde canto / porque aprendí a escuchar / la voz que afina en cualquier lugar, / ecos que hay en las plazas / y en las cocinas, / al borde de una cuna y atrás del mar.

       LAVANDERAS     Volviendo a los danzantes, el cenit de su actuación llegó con la recreación de Débora y Carlos para la milonga, Se Dice de Mí, cancioncilla traviesa que resultó jocosa en la desternillante coreografía de sus ejecutantes.

            Queridos lectores valencianos, el tanguero conversa con frecuencia con el bandoneón, a veces como amigo, otras como testigo, a menudo como reencarnación de sí mismo, ese fuelle desinflado que al henchirse expulsa su voz lastimera; su quejido hecho de ausencia y de olvido. No se le culpa, es el compañero que se impregna del alma de quien lo toca, de quien lo canta, acaso de quien lo escucha.

            De los 10 temas que recordamos, fueron más desde luego, cinco hablan del o con el bandoneón: La Canción de Buenos Aires: en un tango dulzón que lloraba el bandoneón… Garúa: Lástima bandoneón… Nostalgias: Gime bandoneón… ¿Qué tango hay que cantar: Decime bandoneón, ¿qué tango hay que cantar?… Malena: Malena tiene pena de bandoneón.

            Si hemos de poner alguna pequeña crítica diremos que lo que se proyectaba sobre la pantalla, de no haber existido, quizás, no se habría echado en falta y que la música en ocasiones se montaba sobre la voz.

            En resumen, un muy digno espectáculo, emotivo para quien les escribe y una velada agradable que invitaba a hablar sobre ello y que aún perdura.

 ELENCO

            El Morocho del Abasto

 

            Fotografías de Miguel Navamuel 

         

           

NO SOY MONÁRQUICO; SOY JUANCARLISTA

SANTIAGO-CARRILLO-WEB            NO SOY MONÁRQUICO; SOY JUANCARLISTA.

 

            Durante no poco tiempo he mantenido, en petit comité, naturalmente: soy monárquico. Hay cosas que no se pueden decir en la plaza pública. Se pueden, pero se fijan en uno. Y el que les escribe pasa por hombre discreto. Tampoco lo decía a modo de tarjeta de visita, no. Mas bien, cuando salía el tema de la monarquía a colación, que era casi nunca. Pocos de mis íntimos, menos aún de los conocidos me lo habrán oído decir.

            Pero bueno, todo evoluciona, con frecuencia incluso para mal. Viendo el entorno, los entornos; la situación, las situaciones, ya no mantengo vivo ese sentimiento; se me ha diluido. Sí, la fascinación, el glamour de la monarquía se me ha desvanecido.

 JUAN-CARLOS-I-WEB           Ahora, me ha venido a las mientes la confesión de Santiago Carrillo a un periodista: Yo no soy monárquico; soy Juancarlista. Pues eso, la hago mía; puede que me haga Juancarlista.

            Pero ¿cómo es eso? —me preguntarán— con lo que ha hecho.

            Y ¿qué ha hecho? —pregunto a mi vez.

            Es decisión mía decidir en qué punto de la línea del tiempo detenerme. Verán, cuando los medios de información masiva, tenían visos de eso, de ser medios de información, nos creíamos, a grandes rasgos, lo que dichos medios transmitían.

            Desde hace unos años, y en concreto, estos últimos dos años y medio de miedo aventado por los medios de manipulación masiva, en que se nos ha engañado consciente, premeditadamente y siguiendo un plan diseñado por sus amos, cuyo mayor logro ha sido la P L A N D E M I A, en la que se ha engañado mucho y de forma criminal, concluyo que han perdido toda credibilidad. Sin cerrar la Plandemia, sin debate científico alguno, sin investigar lo que contenían las inoculaciones recomendadas y promocionadas por ellos, los medios de manipulación masiva; sin dar marcha atrás, sin pedir disculpas por tanto dolor causado, siguen sembrando el miedo con una guerra inducida; la de Estados Unidos contra Rusia a través de un país interpuesto, o la de Rusia contra Estados Unidos a través del mismo país interpuesto, que tanto monta, monta tanto, para justificar las subidas brutales de precio; justificación para posibles y futuras restricciones… Difundir la idea del cambio climático que a fuerza de repetición y de incendios y sequías provocadas…

            El gran ventilador del miedo, eso son los medios de manipulación masiva.

            Lo que se le adjudica al rey emérito don Juan Carlos I, difundido por dichos medios, podrá ser cierto o no.

            Mas permítanme que les diga que a quien tanto ha mentido y engañado, ¿por qué en esto habría que creerlos? No hermana Televisión, no hermana radio, no hermana Gacetilla; yo no te creo.

            Por lo tanto y parafraseando a don Santiago Carrillo: ya no soy monárquico, en todo caso Juancarlista.

 

            El Morocho del Abasto.

DE DONALD TRUMP A MIGUEL BOSÉ

            DE DONALD TRUMP A MIGUEL BOSÉ.

   DONALD-TRUMP         Tuve la ocasión de ver un video filtrado o infiltrado, nunca se sabe, en el que se apreciaba al entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ensayando un discurso que no le salía, pues le forzaban a decir algo que él no quería. Además, le recriminaban de muy malos modos. ¿Quién se atreve a ordenar y recriminar, qué ironía, al hombre más poderoso de la tierra?; eso se nos decía a los de mi generación cuando niños y jóvenes. El Presidente de los Estados Unidos, el hombre más poderoso de la tierra, ja, ja; es un títere al servicio de unas élites mundiales, globalizadoras, se dice hoy en día, compuestas por unos individuos, algunos conocidos como Bill Gates o George Soros, otros desconocidos, al menos por este escribidor.

            También supimos que al presidente Trump, tan activo en Twitter a la sazón, todo lo presidente que era, el más poderoso de la tierra, ja, ja, de nuevo, le quitaron la cuenta de Twitter igual que hacen con cualquier “conspiranoico” de medio pelo.

            Este hecho, por sí solo, debería hacernos recapacitar que si el presidente de los Estados Unidos, trabaja al dictado de unos intereses o interesados supranacionales a los que nadie ha elegido, ¿que no será de pequeños dictadores como Macron o Trudeau; de nuestro gorrión feliz de la Moncloa, del Lehendaka de los Independientes, del lobito con cara de cordero degollado i Molt Honorable deshonesto, del dictador galaico o aún del locuaz en eterna pataleta, marchante de anchoas?

            Podríamos darnos cuenta que todos estos gobernantes que tanto nos han cuidado, confinándonos conculcándonos las más básicas libertades fundamentales, obligándonos, aún ahora dos años y pico después, a lucir aderezos faciales que dificultan la respiración, sin base científica alguna, que son causa de muchos trastornos; teniendo la lucidez, tras rascarse una gónada, de decidir quién podía trabajar y quién no; presentar vergonzosos e inútiles pasaportes Córvido, con el único fin de forzar a la población a inocularse sustancias génicas experimentales…

            Pues bien, cuando los resultados de esas campañas brutales., de vacunación las llamaban, comenzaron a causar sus efectos, vía patologías, repentinitis, trastornos propios de inmunodepresión y un largo etcétera, inducen al Oso Ruso a una guerra para distraernos y tener el pretexto de las subidas bestiales de precios, pues han de saber, amables lectores que todo viene de Ucrania. En nombre de la paz, la Unión Europea al rebufo de los Estados Unidos envía armas gratuitamente al ejercito ucraniano y a su líder el caricato Volo Zelenski. Cuando la guerra de la OTAN decae en interés, salpimientan con viruelas del mono y ahora, como no, el relato estrella; el Cambio Climático.

            Se abandonan fuentes de energía eficientes y se promueven otras carísimas, pero eso sí; verdes.

            Ahora bien, es un gran alivio tener certezas: si la gasolina se dispara, la culpa es del Oso Ruso; si sube la luz, claro está, también. Si nos sale un grano en el culo, la culpa es del cambio climático. Si nos sobreviene una hipoxia, no es por las mascarillas, no; es por el cambio climático. Si a un individuo se le manifiesta el herpes Zoster, la popular culebrilla, no es por los tres pinchazos que tiene sobre su debilitado organismo, no; es por el cambio climático.

            Así, podemos seguir repartiendo las culpas entre el Oso Ruso y el cambio climático, al cuál, por cierto, desde algunos reinos de Taifa se está colaborando, vía pinchar las nubes; aquí todo es cuestión de pinchar, con yoduro de plata.

            Volviendo a Trump, por algo el encabezado lleva su nombre, cuando subió al poder, ja, ja, de nuevo, se nos antojó un tipo grotesco, brutal, poco empático, arbitrario, caprichoso, nada elegante. Populista…

            Se fue, lo tiraron las urnas, con tongo o sin él y apareció el relamido Joe Biden. Pero prometió a sus seguidores, que los tiene por legiones que volvería. Pero esta vez, los amos del mundo, no le dejarán. Es un individuo que al final también se doblegaría, pero a regañadientes: Además, le gusta hablar mucho y eso no gusta. Por eso, le han buscado un delito federal. Sólo así, el FBI puede registrar su domicilio. Lo podría haber liquidado un pistolero a sueldo, pero prefieren desacreditarlo para escarnio y que nadie se atreva a levantar la voz contra su amo.

            Pero, fue el presidente más pacifista de las últimas décadas. Y estuvo a punto de conseguir dos logros, que hubieran sido fundamentales para la libertad de los ciudadanos de occidente, a saber: la desaparición de la OTAN y el debilitamiento de la OMS. Cuando él decidió que Estados Unidos no aportara más fondos a esa organización dictatorial que nadie ha elegido, el filántropo y millonario, Bill Gates inyectó 250 millones de dólares a la logia.

            Ahora, todos los mandatarios de occidente están vendiendo lo poco que queda de la soberanía de las naciones a esa organización supranacional que nos gobernará en materia de salud y dictaminará, la cantidad de pinchazos que debemos administrarnos. Occidente está perdido. Quizás nuestra salvación llegue del empuje de los países llamados subdesarrollados. Estimamos que África tiene un gran potencial. Al menos en disidencia. Los han machacado con tantos experimentos en los últimos dos siglos que quizás digan basta; ya lo han hecho, negándose a las pretensiones de la OMS.

      OH-MIGUEL-BOSE      Al final de todo, como se ve, Miguel Bosé tenía razón

 

            El Morocho del Abasto

 

VIVE LE TOUR DE FRANCE

VIVE LE TOUR DE FRANCE.

Vergüenza e ignominia este año en el Tour de France. El año de la normalidad. Ja, ja, ja. Hay que mantener el fraude, hacer ver que el Córvido llamado 2019 sigue presente, hay que mostrar que el ciclista, en cuanto deja de pedalear usa barbijo; protocolo del Tour y del caudillo del país que lo acoge. Todos los de la organización; todos ser que se aproxima a un ciclista , que es captado por las cámaras ha de portarlo.

VIVE-LE-TOUR-WEB

Se practica todo tipo de timo-test y el que sale positivo, aunque esté sano, porque están sanos y con espíritu deportivo, se les envía a casa; no son aptos.

Vergüenza e ignominia. ¡Que siga el corso!

Manuel de Français
Manuel Geómetra

EL ELEGIDO

Así se fraguan las historias, las Epidemias, las Plandemias.
Si esto nos lo hacen en el tiempo presente y tragamos ¿qué será de los tiempos pretéritos?
Lo actual, será contemplado para el futuro como la gran pandemia de la modernidad.. Relato fraude. Los autores que hablen de la gran estafa, seguramente serán silenciados,
18-EL-ELEGIDO-WEB

¿Es así como se ha escrito la historia? ¿Toda la historia; todas las historias? ¿De todos los tiempos?
Que paren el mundo, si es que está en movimiento ¿Pero lo está?

El Morocho del Abasto