EL SISTEMA

EL SISTEMA.

            El sistema es esa perversión que comparten todas las instituciones del Estado. Desde el ejército, como no, la llamada Sanidad, incluso otras no consideradas del Estado como la Iglesia. No sabe ni de izquierdas ni de derechas; todas lo adoptan, luego son lo mismo.

            Todas las Instituciones del estado han caído. Tan sólo se puede creer, en todo caso, en las personas y el único sistema en el que se puede confiar es en aquel con el que nacemos; el Inmunitario.

SOMOS VIRUS Y BACTERIAS, ENTRE OTRAS COSAS

            SOMOS VIRUS Y BACTERIAS, ENTRE OTRAS COSAS.

            Si un observador extraterrestre, de esos que suponemos super avanzodos y que nos observan continuamente, o mejor aún un grupo de “expertos”, je, je, extraterrestres, observaran, como hemos dicho, que cuando hay un incendio en nuestro pobre planeta, afecto, según moda, de cambio climático… Siempre en esas circunstancias, verían unos vehículos rojos, de los cuales, indefectiblemente saldrían unos individuos con uniforme, casco y empuñando mangueras; es muy probable, ya que los “expertos” serán parecidos en todas latitudes, legarían a la conclusión, de que esos individuos que salen de los coches rojos son los causantes de los incendios.

            Así, nuestros “expertos” terrícolas, cuando hay enfermedad, analizan con sus potentes microscopios y detectan virus en gran copia. Son los culpables, exclaman; a por ellos, al ataquer… Los virus no son la causa; son la consecuencia. Acuden para ayudar. Virus y bacterias, están en el origen de la vida, de nuestra vida; son la vida misma; el material del que está construido nuestro genoma.

            Cuando vamos a exterminarlos con la artillería pesada de las farmacéuticas, algo nuestro se muere tal vez. ¡No luches contra ti mismo!

 

 Es Morocho del Abasto

21-SOMOS-VIRUS-Y-BACTERIAS-web

VIVE LE TOUR DE FRANCE

VIVE LE TOUR DE FRANCE.

Vergüenza e ignominia este año en el Tour de France. El año de la normalidad. Ja, ja, ja. Hay que mantener el fraude, hacer ver que el Córvido llamado 2019 sigue presente, hay que mostrar que el ciclista, en cuanto deja de pedalear usa barbijo; protocolo del Tour y del caudillo del país que lo acoge. Todos los de la organización; todos ser que se aproxima a un ciclista , que es captado por las cámaras ha de portarlo.

VIVE-LE-TOUR-WEB

Se practica todo tipo de timo-test y el que sale positivo, aunque esté sano, porque están sanos y con espíritu deportivo, se les envía a casa; no son aptos.

Vergüenza e ignominia. ¡Que siga el corso!

Manuel de Français
Manuel Geómetra

EL ELEGIDO

Así se fraguan las historias, las Epidemias, las Plandemias.
Si esto nos lo hacen en el tiempo presente y tragamos ¿qué será de los tiempos pretéritos?
Lo actual, será contemplado para el futuro como la gran pandemia de la modernidad.. Relato fraude. Los autores que hablen de la gran estafa, seguramente serán silenciados,
18-EL-ELEGIDO-WEB

¿Es así como se ha escrito la historia? ¿Toda la historia; todas las historias? ¿De todos los tiempos?
Que paren el mundo, si es que está en movimiento ¿Pero lo está?

El Morocho del Abasto

LA PROSTITUCION DEL LENGUAJE

MATERIAL-HUMANITARI-WEB

LA PROSTITUCIÓN DEL LENGUAJE.

 

¿Tiene el lenguaje esa propiedad? La de prostituirse, expongo. ¡No! Si mantuviera esa aseveración, estaría haciendo lo mismo que a continuación voy a criticar. Aunque claro, en nuestra fragilidad humana, lo hacemos con frecuencia. El lenguaje está al servicio de sus hablantes. Bien pueden los académicos, lingüistas y toda la cohorte que se atribuye competencias sobre el lenguaje, tratar de hacerlo discurrir por unos cauces, más o menos estrechos o anchos, según percepción del usuario; es este último, en todo caso, quien tiene esa opción: la de usarlo dignamente o la de prostituirlo. No nos referimos, en esta ocasión, al usuario individual, sino al de grupo, asociación, especialmente al institucional.

Ya en la segunda mitad del siglo XIX, se acuñó el término de Dictadura del Proletariado, concepto revanchista propio del marxismo, cuya idea era, sin duda, que si la dictadura es ejercida por los buenos, es decir por los nuestros, ésta es buena. Conclusión falaz donde las haya. Esta perversión del lenguaje se ha mantenido, sobre todo, por las llamadas izquierdas hasta nuestros días.

Cuando los movimientos feministas tomaron fuerza, mucha fuerza, vio el poder que era bueno, pues tenía un nuevo instrumento de dominación, de blanquear imagen, y enarboló la idea de la Discriminación Positiva. Aquí se pretendía que si a un sustantivo negativo, se le añadía un adjetivo bondadoso, el término resultante pasaba a ser positivo. Pues craso error; la discriminación no deja de ser discriminación, aunque la idea caló en las mentes influenciables de gran parte de la población; especialmente de muchos hombres, especialmente en público. Posteriormente, la palabra discriminación, pasó a ser arma arrojadiza y solo se podía enunciar desde lo políticamente correcto, precedida del prefijo, anti. Así el concepto se suavizó y pasó a llamarse, Acciones Positivas que, en resumen, respondía a la misma idea: primar unos colectivos en detrimento de otros. Convencer a una persona, en este caso mujer, que es plena y tiene todos los atributos para realizarse, de que es inferior y que necesita de la protección del estado. Sólo a quien se considera inferior, se le da ventaja en una carrera; ¿no es así?

Si nos centramos en la imagen que ilustra este escrito, hallamos otro ejemplo más que interesante: material humanitario, material humanitari, en lengua vernácula valenciana.

Veamos, queridos ideólogos, el material, en principio es neutro, si bien podría funcionar con algunos adjetivos, como pudiera ser: químico, pirotécnico, genético, etcétera. Ahora bien, material humanitario… ¿Qué entelequia es esa? El material, como decíamos es neutro, aunque las mantas den calor, la comida alimente, la ropa vista, las medicinas creen la ilusión de curar.

Humanitario podría ser el gesto, la actitud, acaso la conducta.

Vivimos tiempos pérfidos para el buen uso del lenguaje, promocionando iniciativas que lo prostituyen y aún más, empobrecen el idioma, vehículo cada vez menos reconocible.

Según el diccionario de la lengua española de la RAE, que aún tiene una teórica vigencia, como la tiene la tan maltratada Constitución Española, la voz, prostituir, aparte de la referencia al comercio sexual, establece como segunda acepción: Deshonrar o degradar algo o alguien abusando con bajeza de ellos para obtener un beneficio.

Tratemos el lenguaje y el idioma con dignidad. Es una propuesta.

El Morocho del Abasto.

 

 

 

Y NOS PARAMOS A ESCUCHAR

            Y NOS PARAMOS A ESCUCHAR.

        A-ESCUCHAR-1 Fue por azar, siempre el recorrido entre dos puntos es azaroso, aunque estuviera premeditado. Había congregado un grupo de gente, no diremos ni más ni menos de los que eran; no llegaría a 200. Y nos paramos a escuchar. ¿Es el número importante? Veremos que no.

        La concentración era ante un conocido hospital valenciano que porta el nombre de un ilustre médico valenciano, nacido en Godella que, a buen seguro, creemos, se rebelaría contra la deriva que ha sufrido la práctica de la medicina. Se pedía, los congregantes lo hacían, exigimos, rezaba una de las pancartas, “un debate científico; es urgente y necesario”.

       Este escribidor se pregunta: ¿es esto un dislate?

        Otra pancarta decía: “¡No al Certificado! Los Españoles son iguales ante la ley.” Una más expresaba: “El Pasaporte Covid es ilegal. Pisotea nuestra Constitución.”

      Considerando España un país de derecho así es. La Constitución sigue estando vigente. ¿Por qué entonces, todos los que la pisotean, nuestros más altos gobernantes se van de rositas? Nadie los importuna, nadie les pide responsabilidades. El poder judicial, poder independiente del Estado español, no los encausa. ¿Son colaboracionistas?

     A-ESCUCHAR-2 Intervinieron representantes de las diferentes plataformas convocantes. Una señora, quizás independiente, verdadera madre coraje, relató como su hijo, Aitor, murió al principio de la llamada Pandemia, en verdad plandemia, Murió por falta de asistencia. Murió, sin que le realizaran una sola analítica, bajo el pretexto del Covid, con el diagnóstico de gastroenteritis, cuando en realidad feneció por una peritonitis; por no haber sido atendido. El hospital vacío; sin presión; sin saturación: sin agobios. No le atendieron, en el nombre del Covid. Todos escuchábamos en silencio; angustiados; incluso el tráfico dejó de oírse. Escuchaban emocionados hasta los agentes uniformados, ocultos tras de sus barbijos; los únicos que los portaban. ¿Es el número importante? Vemos que no.

      Se exhortó a los médicos, sanitarios en general, escuchando o no, al otro lado de los muros del edificio sanitario, siguiendo ciegamente protocolos absurdos, a que dejaran de ser cómplices en la deriva deshumanizadora  por la que transita la sanidad.
Se preguntó al jefe de Servicio, doctor R. Z, presumiblemente ausente; no olvidemos que la concentración fue en sábado, que ¿por qué, por qué y por qué?

     Se advirtió que los sanitarios en general, salvo honrosas excepciones, habían perdido la confianza de los ciudadanos, es más; la mayoría sentía terror ante la idea de tener que pisar un hospital.

      Se ha dejado de tratar las enfermedades que siguen existiendo; el Covid, aunque se empeñen, no lo ha borrado todo. Los test cuya designación coincide con las siglas del Partido Comunista de Rumanía, invalidados por su creador, Kary Mullis, premio Nobel de Química en 1993, como diagnóstico para enfermedades víricas, no hacen más que engrosar la fraudulenta incidencia acumulada.

      Todo encaminado a promocionar e inocular el medicamento milagroso. El que nos iba a salvar de todo y no lo hace de nada. Un tratamiento génico que tenía una autorización temporal y experimental que ha caducado. Pero se sigue suministrando. Se sigue presionando para inocular; dos dosis, tres dosis; nunca se tendrá la pauta completa. Son insaciables.

     Ahora a los niños. Primero los de doce en adelante, ahora, a partir de los cinco años. En proyecto los de meses.

    No llegábamos a 200 los asistentes, guardias incluidos. Pero a todos nos caló el mensaje. Seguro que a los agentes también. ¿Es el número importante?

     Pasamos por allí y nos paramos a escuchar.

     EL MOROCHO DEL ABASTO.

DOS PANCARTAS

DOS PANCARTAS.

PANCARTA-8M-MACHISMOPODEMOS-CONTAGIAR-WEB            Dos pancartas con casi dos años de diferencia. La primera, que dio la vuelta al mundo de España, nos pareció, en su momento, simplona y falaz. Uno más de esos mantras que se repiten y repiten, para que calen en la sociedad y de tanto oírlo, ésta, lo dé por válido. Emitido y redactado desde un fanatismo que se creía, como todos, con la verdad absoluta. El fanatismo, en contra de lo que sería racional pensar, es integrador, es decir; quién es fanático por una cuestión, es capaz de sumar e integrar nuevos fanatismos.

Así, según los días, y el humor, como quien cambia de vestido, se sale de casa con el rollo de pegatinas de “machista” para usarlo como arma arrojadiza contra quien no defiende el pensamiento único; otras y con más vehemencia, con el de “negacionista”. Estos últimos etiquetadores lo son, en mayor copia que los primeros y acaso, cuando actúan con ese uniforme, más crueles. Ambos actúan desde el absolutismo.

Para los que se etiquetan de machistas, se pide prisión, para los etiquetados de “negacionistas”, se pide la negación de todo: del pan y la sal, de lugar junto a la lumbre en invierno, del derecho al trabajo, del derecho a la salud, del derecho a circular libremente, en fin; de las libertades y derechos fundamentales reconocidos en la tan olvidada y denostada Constitución Española.

Mirando con perspectiva, tras dos años de vergonzosos y vergonzantes toques de queda, confinamientos arbitrarios, comparecencias de sonrojo del señor Simón, declaraciones, prohibiciones e imposiciones de los diferentes virreyes de todas las taifas arengando con embustes y prometiendo paraguas, que resultaron ser rotos, cuyo fin último era dividir a la sociedad, posiblemente, la primera pancarta, a pesar de lo simplona y falaz que nos pareció en su momento, resulte cierta. Solamente habría que hacer una corrección de léxico: donde dice machismo, habría que decir, violencia.

La segunda pancarta es impecable. Define el fanatismo, la sinrazón, el despropósito.  Muestra, por añadidura, el poder que tiene el miedo cuya llama es más ávida que la de un incendio forestal.

El Morocho del Abasto

APERTAS

APERTAS

 APERTAS-ETIQUETA           Un vino un tanto inconveniente, dirán algunos o muchos, cuando sepan su significado y si seguimos sumergiéndonos en este nuevo mccarthismo que es tendencia, quizás, se tendría la tentación de prohibir, de censurar. Es un vino, sin embargo, muy agradable, fino, elegante aromático sobrio y elegante a la vez. Razonablemente económico, quizás no para todos los días para un autónomo maleado por los gestores de la plaga, pero sí un pequeño capricho para casi todos los bolsillos. Con 100 euros, se pueden adquirir aproximadamente unas 20 botellas. Para los que no sean dados a tales excesos, con cinco euros tienen una y puede que sobre algún céntimo.

APERTAS-CONTRAETIQUETAMas este escrito no va de vinos o quizás sí, porque va de todo lo que es placentero, saludable y bueno y se quiere prohibir. Si observan la etiqueta del mismo y prestan atención a esos dibujillos repetidos en gran copia por la misma, llegarán a la conclusión de su significado. Si todavía no es así, miren la contraetiqueta y obtendrán su significado en varios idiomas. En castellano, como toda gran palabra, tiene sustantivo, verbo y adjetivo, es decir: abrazo, abrazar y abrazador.

Mucho se ha debido de conjugar durante estos casi dos años de prohibición a juzgar por los muchos nacimientos, ustedes no lo saben, pues los noticieros sólo hablan de lo otro, por ello este escribidor se lo cuenta.

Se ha creado alegría, salud, euforia, entusiasmo; forjado sueños; proyección de trascendencia, en definitiva, vida. Vida constatable, palpable certera, verdadera con el ejercicio de las prácticas que nos repiten con obstinación que causan muerte.

Pasen por el tamiz de la duda razonada, de la crítica de la razón o del corazón, si prefieren, todo lo que les cuenten, incluso, no me importa, lo que este escribidor les relata.

El que dude ante los beneficios del abrazo que lo consulte, si quiere, con el señor Simón, pues doctores tiene la iglesia, incluso la laica.

El Morocho del Abasto

EL DISCURSO DE FELIPE VI (NAVIDAD 2021)

            EL DISCURSO DE FELIPE VI

   Felipe_detalle-original         48 horas después de la retransmisión urbi et orbi de su discurso, a través de la página de RTVE, hemos visto un rey más suelto y distendido que en ediciones pasadas, natural o casi, convencido, en apariencia de lo que decía.

Entre mucho relleno, destacamos el mensaje dirigido a las instituciones, incluida la monarquía: respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral.

Y ahora les transcribo la joya del discurso: debemos estar en el lugar que constitucionalmente nos corresponde.

            Después, varias referencias a la Constitución, recordando que, merece respeto, reconocimiento y lealtad.

Efectivamente, el rey ha sido sensible a la deriva que está sufriendo el estado de derecho, la libertad y la dignidad de las personas y recuerda el poco aprecio que las instituciones están mostrando a tales valores, así como el ninguneo y desprecio que se está mostrando a la Constitución.

Ésta, en su Título Preliminar y capítulo primero, dice que España se constituye en un Estado social y de Derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico, la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

La libertad, es el primero de los valores que propugna la Constitución. Desde hace casi dos años, en España se plantea la disyuntiva falaz entre libertad y salud.

La libertad, señores, no se opone a la salud, antes al contrario, es el vehículo que lleva a ella, que lleva a todo lo que realmente vale la pena. En el nombre de la salud, a la población, se le ha negado el derecho a ella. El derecho a la salud consiste, en que cuando el individuo se siente enfermo y busca la asistencia a la que tiene derecho, se le preste con prontitud. El ejercicio sanitario no puede circunscribirse casi en exclusiva a hacer pruebas diagnósticas de un problema que no ha solicitado el paciente y a etiquetarlo de enfermo cuando él no se siente enfermo.

Pero antes de la Constitución de 1978, Cervantes ya lo formuló, cuando don Quijote se lo expuso a su escudero:

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.

Si hemos olvidado el principio de la Constitución que, con tanto esfuerzo, tiempo y fatigas nos dimos los Españoles, ¿adónde vamos como pueblo y como individuos? ¿Queremos ser rebaño, manada? ¿Lo somos ya?

El Morocho del Abasto

Ilustración de Carlos Rodríguez Casado para El Mundo.

               

 

POBRES CAMAREROS

15-POBRES-CAMAREROS-2-WEB
No perdamos el norte. Por favor.
Cuando entramos en un bar, un restaurante lo hacemos para
tomar un café con un amigo, una comida con los compañeros
o sólo, una cena con una amiga reciente o de toda la vida.

No es un vuelo transoceánico, no es una peregrinación a la Meca
ni una escapada a Petra en busca del rastro de los nabateos, no.
Sin embargo, nos piden un pasaporte y, sin cuestionarnos nada,
lo mostramos. A un camarero que, a su pesar hace de agente re-
presor para que no le reprendan a él.

¿Hemos perdido totalmente la capacidad de discernimiento,
se nos ha ido el último gramo de dignidad o nos da todo igual?

Mansos, mansos, muy mansos. Somos muy mansos. Hemos sido
muy buenos, pero no hemos obtenido ninguna recompensa. Al contrario,
nos dicen, constantemente, que lo hemos hecho mal.

Somos, ahora, mansos en ebullición. La presión va aumentando y podríamos,
en cualquier momento, estallar. Aviso para navegantes.

El Morocho del abasto.